Esteiro da Foz / Red Natura
Estuario y marisma, con una extensión de más de 90 hectáreas, situados en la desembocadura del río Miñor y protegidos de la acción directa del mar por la flecha litoral de la playa de A Ladeira. Esa protección natural proporciona a la zona húmeda unas características únicas para la habitabilidad permanente o migratoria de la fauna, formando un ecosistema de gran valor.
Aún tratándose de una zona que siempre ha sufrido una fuerte presión humana y turística, incluso con instalaciones dentro del propio espacio natural, conserva una calidad ambiental y una productividad primaria que hacen posible una gran diversidad biológica. Esas cualidades son el motivo de su catalogación como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y su inclusión en la Red Natura 2000.
El área, húmeda y arenosa, está dominada por juncos y plantas de marisma que dan sustento biológico a nutrias (lutra lutra), invertebrados, reptiles, anfibios y una alta concentración aviar con más de un centenar de especies diferentes.
Arenales / Playas
El municipio cuenta con varios arenales, la mayoría de ellos ubicados en la bahía de Baiona. Por su localización y su belleza, Baiona es el mejor de los lugares para los amantes de la playa. Los seis arenales se encuentran integrados en el centro urbano, lo que les da tranquilidad y protección frente a los vientos y las corrientes del mar. En total, el municipio dispone de 3860 metros lineales de playas.
Barbeira 220 m
A Cuncheira 75 m
Abierta al mar, sus aguas son limpias y muy batidas, y en ocasiones arrastran grandes masas de argazos. Su arena es algo gruesa, formada por conchas sin sedimentar.
Os Frades 80 m
Se llama así porque en ella se bañaban los frailes del convento franciscano existente dentro de la fortaleza de Monterreal. Los religiosos accedían a su playa a través de una puerta -que aún hoy se conserva- existente en la muralla.
Ladeira 1700 m
Es la más larga del municipio y se sitúa en la parroquia de Santa Cristina da Ramallosa. Cuenta con un conjunto de dunas en recuperación y la enorme flecha llamada Punta da Foz, que forma parte del estuario del mismo nombre. Sin duda es el arenal más completo gracias a su biodiversidad, protegida por la Red Natura 2000.
A Ribeira 170 m
Santa Marta 250 m
Está situada en la parte litoral de la parroquia de Santa Mariña de Baíña. Se trata de una playa tranquila, de importante tradición marisquera, en cuyas aguas desemboca el río Baíña. Desde aquí, el pirata Drake intentó asaltar Baiona.
Serra da Groba
Sin el ajetreo y el bullicio de la ciudad, la Serra da Groba es un paraíso natural que se eleva hasta los más de 630 metros del Alto da Gabiñeira.
Situada al sur del municipio y en terrenos pertenecientes a las comunidades de montes vecinales en mano común, resulta un lugar ideal para disfrutar del senderismo, el deporte y otras actividades de ocio. Cuenta con lugares como O Chan da Lagoa, O Cortelliño y O Montouto, desde los que se puede observar la belleza del paisaje de la bahía de Baiona, la Foz do Miñor, la fortaleza de Monte Boi, las islas Estelas y Cíes, la comarca del Val Miñor o las rías que conforman toda la costa atlántica de nuestro país hasta el cabo Fisterra.
Tiene una superficie total de 50 kilómetros cuadrados que abarcan varios municipios. Las cerca de 1500 hectáreas que pertenecen a Baiona son un espacio natural habitado por jabalíes y zorros, y también un enclave de gran riqueza etnográfica, con pequeñas aldeas como San Cosme o restos de calzadas medievales que servían de vías de comunicación con el histórico mercado de Sabarís.
Las zonas medias y bajas de la sierra están dominadas por bosques de pinos y eucaliptos a causa de una agresiva repoblación forestal, pero el río Groba, por ser el más extenso, y los diversos cursos fluviales que atraviesan la sierra mantienen algunos pequeños bosques atlánticos y una rica fauna anfibia.
En las zonas altas, el paisaje vegetal se compone de matorral bajo y áreas de pastoreo donde abunda el ganado bovino y existe una mayor concentración de la raza equina autóctona en libertad, perfectamente adaptada a las condiciones de la sierra. La importancia histórica de esta raza, denominada «garrano», se refleja en los muchos petroglifos que, desde la Edad del Bronce, se extienden por el entorno mostrando grabados de cuadrúpedos y conformando una vasta riqueza arqueológica cuyo mayor atractivo es la estación de arte rupestre de Outeiro dos Lameiros.