Baiona, destino turístico

El origen de Baiona

Las primeras referencias históricas de la ciudad se remontan a principios del siglo XIII, aunque existen informes previos sobre el desaparecido monasterio de San Cosme de Baíña. Los restos castreños y romanos son escasos en todo el municipio, que cuenta con una extensa zona de petroglifos en Baíña y una vía romana que atraviesa Groba en dirección a Vigo.

La colegiata de Baiona (hoy excolegiata) es un templo románico de transición al gótico construido en la segunda mitad del siglo XIII. El monumento a la Santísima Trinidad, una cruz monumental cubierta con un dosel, data del siglo XIV. Y la imagen de la Virgen de la Roca, de quince metros de altura, se eleva sobre el monte Sansón desde el 14 de septiembre de 1930, cuando fue inaugurada por el obispo Antonio García y García tras dos décadas de trabajo.

Supuestamente, en la ciudad real de Baiona sufrió el martirio la santa Librada, también conocida como santa Liberata. Fue «descanonizada» en 1969.

El origen del topónimo de Baiona ha sido fuente de innumerables controversias: estudios recientes parecen relacionar dicho origen con el cercano río Baíña. Su primer elemento, «bay» («bai» en gallego), derivaría del indoeuropeo «ibai», que significa llano o río. El segundo elemento, «onna», provendría del celta con el significado de fuente o río, o bien se trataría de un sufijo aumentativo prerromano. Así, el topónimo de Baiona sería una voz híbrida y tautológica con las posibles combinaciones de los términos río, llanura y fuente.

Fortaleza de Moterreal

Casco antiguo

Estación de arte rupestre Outeiro dos Lameiros

Virgen de la Roca

Fiestas

escultura baiona Baiona

Fortaleza de Monterreal

Se encuentra en la península de Monte Boi, también llamada Monterreal, y se conoce desde hace más de dos mil años como recinto amurallado. La península tiene una superficie de dieciocho hectáreas rodeadas por tres kilómetros de muros de entre los siglos XI y XVII.

Siglos antes del nacimiento de Cristo, el lugar estuvo habitado por diferentes pueblos, incluidos celtas, fenicios y romanos. Ya en nuestra era fue ocupado por varios colonos, sufrió gran cantidad de ataques y experimentó numerosas modificaciones.

La causa del establecimiento de la ciudad de Baiona aquí fue un privilegio otorgado por los Reyes Católicos para defender la costa de incursiones corsarias.

Tiempo después, el recinto se convirtió en residencia de los gobernadores militares de la fortaleza, entre ellos el conde de Gondomar. Terminó pasando a manos privadas, y en 1963 fue adquirido por el Ministerio de Información y Turismo para instalar en su interior el Parador de Turismo Conde de Gondomar.
Actualmente, la muralla mantiene las tres torres desde las que se protegía la fortaleza. A la entrada está la Torre del Reloj, que escondía una campana con la que se daba la alarma en caso de ataque enemigo; al este se encuentra la Torre de la Tenaza, cuya tarea era defender el puerto con el fuego de las baterías, y, en la parte más oriental de la fortaleza, sobre la bahía, está la Torre del Príncipe, quizás la más antigua, que servía de faro para los barcos. Esta última tiene tres escudos (de los Austrias, los Sotomaior y la ciudad) y debe su nombre al tiempo que, en 1137, estuvo preso en ella el príncipe portugués Afonso Enriques.
La fortaleza se puede visitar cualquier día del año. Resulta agradable presenciar desde allí las espléndidas puestas de sol sobre la ría, las islas Cíes y la línea de mar por la que se extiende Baiona

Casco antiguo

Fue declarado Conjunto de Interés Histórico-Artístico en 1993 por la Dirección General de Patrimonio, coincidiendo con la celebración del V Centenario de la Arribada. El casco antiguo de Baiona tiene tres accesos: por la plaza de Santa Liberata, por la plaza del Padre Fernando y desde el crucero de la Trinidad. Sus calles se caracterizan por ser estrechas y empedradas, con casas asoportaladas de poca altura hechas de piedra o granito.

Outeiro dos Lameiros

Se encuentra a 180 metros de altitud, en una de las terrazas naturales de la Serra da Groba. Ocupa una superficie de 1,5 hectáreas en terrenos de monte vecinal en mano común. La titularidad de esos terrenos corresponde a la vecindad comunera de la parroquia de Santa Cristina del Ramallosa, y la zona fue puesta en valor en 2008 por la propia comunidad de montes con senderos, plataformas y carteles explicativos.

La estación cuenta con más de veinte rocas con grabados realizados por el ser humano y cuya antigüedad ronda los 4000 años. En todo el conjunto arqueológico están presentes las muestras de arte abstracto, con representaciones de círculos concéntricos y huecos de cuya interrelación en el grabado resultan obras de gran belleza.

También hay reticulados, que son grabados en las piedras consistentes en rayas paralelas dispuestas de forma cruzada. En Outeiro dos Lameiros y sus alrededores se acumula la mayor concentración de reticulados de Galicia. Existen, por otro lado, multitud de representaciones zoomorfas, en su mayoría cuadrúpedos, en las que resulta fácil ver caballos, cérvidos e incluso zorros. El conjunto se convierte así en todo un desafío para la imaginación de niñas y niños.

El gran panel, un mural único

Es una superficie vertical de 15 x 5 metros. Esta característica ya la hace excepcional, pero lo que le da la condición de única son los más de setenta cuadrúpedos representados en ella, pues no existe nada semejante en nuestro arte rupestre.

Es igualmente única una figura situada en el lado derecho del panel, a media altura, con aspecto de estrella dextrógira con seis rayos curvos. Y lo mismo se puede decir de una forma de grandes dimensiones, trazada en la parte central, que recuerda a un pez.

Virgen de la Roca

Por su peculiar concepción, probablemente se trata del monumento más conocido del municipio.

La idea para su construcción fue del empresario Laureano Salgado Rodríguez. Se colocó la primera piedra el 18 de septiembre de 1910, pero la ejecución sería lenta a causa de las dificultades económicas, y la inauguración no tendría lugar hasta el 14 de septiembre de 1930.

Tiene quince metros de altura. La talla en piedra fue realizada por Antonio Palacios, y la cara y las manos, hechas en mármol blanco de Carrara, fueron obra del madrileño Ángel García Díaz.

La corona está rodeada de un halo de azulejos y piedra que descansa sobre los hombros de la figura. El interior del monumento tiene una escalera de caracol que permite subir al barco que la Virgen sostiene en su mano derecha y que, con capacidad para cinco personas, sirve de mirador sobre el océano Atlántico.

Al lado del monumento se levantó más tarde el parque recreativo Mercedes de la Escalera (en honor a Mercedes Ruiz de la Escalera), que cuenta con una gran superficie, un Vía Crucis restaurado en 2014, y bancos y mesas de piedra. Aquí se celebra el último domingo de agosto la popular romería dedicada a la Virgen.

Paseo de Monte Boi

El paseo de Monte Boi es tal vez la senda más apropiada para apreciar y otear los confines marítimos de Baiona. Circunda gran parte de la base de la fortaleza, en un recorrido de casi 2 kilómetros que se inicia sobre la playa de A Cuncheira y concluye bajo la Torre del Reloj del fortificado, junto a la Puerta Real, tras salvar un secreto pasadizo. Se inauguró el 20 de enero de 1995. Tiene el firme de tierra y varios tramos cercados por bancales de piedra y granito, materiales predominantes en el ornamentado de todo el paseo. Una vez que se emprende el camino, el paseante tiene oportunidad de admirar las playas de Cuncheira, Os Frades y Barbeira, las islas Estelas y Cíes, Monteferro, Panxón y Praia América. Durante el recorrido se descubren innumerables calas dispersas y tranquilas, algunas con accesos habilitados mediante escalinatas de piedra, y dos hornacinas labradas en la pared de la muralla: la de Nuestra Señora de las Angustias (pasado Os Frades) y la de San Telmo, después de la Torre del Príncipe. El plácido sendero avanza entre el mar pausado o agitado, según la estación, y un monte fecundo de robles, sauces, fresnos y, mayoritariamente, pinos. Para reposar tiene tres cuidadas y bien distintas áreas de descanso, una de ellas idílica (la de A Figueira).

Fiestas

1 de marzo, Arribada (Baiona). La celebración tiene lugar el primer fin de semana de marzo.

25 de marzo, Virgen de A Cela (Baredo).

16 de julio, Virgen del Carmen (Baiona).

18 de julio, Santa Mariña (Baíña).

24 de julio, Santa Cristina (Santa Cristina da Ramallosa / Sabarís)

Primer fin de semana de agosto, Virgen de la Anunciada (Baiona).

10 de agosto, San Lorenzo (Belesar).

Último fin de semana de agosto, Romería de la Virgen de la Roca (Baiona).

26 de septiembre, Fiesta de la miel e las nueces, también conocida como San Cosme y San Damián (Baiona)

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